Cristina, psicóloga de Vigo CRC, vuelve a Little Vigo para hablarnos de las nuevas tecnologías en los peques, cómo evitar que hagan un mal uso de ellas.
«Las nuevas tecnologías suponen una relación de amor-odio en muchos hogares, pueden ser una gran ayuda para el estudio o para buscar planes en familia, pero al mismo tiempo se convierten en el escondite aliado de muchos adolescentes.
¿Cómo puedo saber si mi hijo está teniendo un problema con las nuevas tecnologías?
Ten en cuenta que siempre que la utilización de estos aparatos se imponga frente al tiempo en familia (ver una película, dar un paseo…), a pasar tiempo con sus amigos fuera de casa; o bien se convierta en una necesidad que calmar, deberemos empezar a prestarle atención. El hecho de que quiera llegar pronto a casa para poder usar los aparatos electrónicos cuanto antes, o que se muestre especialmente ansioso cuando no pueda utilizarlos son también síntomas.
Muchos niños utilizan las redes sociales de una forma casi compulsiva “tengo que ver si me han contestado ya”, “es que tengo que publicar ya esta foto”, “voy a ver si han subido ya las fotos de la excursión”, y como veis, todo tiene que ser Ya!. Sin duda esta es una de las principales consecuencias, el mundo virtual es inmediato, estimulante y excitante y esa cantidad de reforzadores genera fácilmente un enganche en los niños que no se consigue con los juegos tradicionales; seguramente hasta habréis notado que vuestros hijos se alteran más y se vuelven mucho más irritables cuando les pedís que dejen un juego electrónico frente a uno tradicional.
¿Cómo padre o madre qué puedo hacer para evitar un mal uso de las nuevas tecnologías?
- Si tu hijo tiene entre 3 y 6 años no se recomienda que utilice la tecnología más de 1 hora al día. Desde los 6 a los 12 años estamos en el momento de empezar a regular el tiempo, horario y lugares en los que utilizar estos aparatos.
- Evita presentarle la Tablet o los videojuegos como única opción para combatir el aburrimiento, a medida que vaya creciendo muéstrale distintas posibilidades a las que poder recurrir.
- Retrasa la utilización de aparatos como el teléfono móvil hasta que tu hijo haya adquirido cierta capacidad de reflexión y responsabilidad. Muy pocos chicos de 11 años tienen la capacidad de autoregularse, eso nos indica que tendrán facilidad para engancharse.
- Pautar el tiempo de juego desde el principio: si nuestros hijos llevan ya varios meses o incluso años jugando sin control de tiempo va a ser mucho más difícil que ahora acepten unas normas de utilización, por eso es más útil que inculquemos esas normas desde que empiezan a utilizar la Tablet, la play o el móvil.
- Limitar la utilización de la tecnología a zonas comunes del hogar.
- Contratar una tarifa limitada para los móviles para que aprenda que debe gestionar su uso si quiere disponer de él todo el mes.
- Hacer un contrato con tu hijo con cláusulas concretas sobre cómo hacer uso de los aparatos electrónicos y cuales serían las consecuencias negativas de un uso inadecuado. Entre esas cláusulas podéis incluir las siguientes:
- Número de horas de utilización cada día
- Momentos en los que se utilizará
- Qué ocurrirá si un día no se puede utilizar (por ejemplo: el tiempo de uso se acumulará para el fin de semana)
- Cuál será la consecuencia de saltarse cualquiera de las cláusulas
- Lugares de la casa o del entorno en los que puede utilizar esos aparatos (por ejemplo: no se utilizarán en la habitación o el colegio…)
- No os olvidéis de ser un ejemplo de uso responsable para vuestros hijos. Si consideráis que el tiempo de tablet o de móvil debe ser compartido con tiempo en familia la mejor forma de inculcarlo es de manera práctica. Es importante que seamos coherentes con las exigencias que le hacemos a nuestros hijos».