


- Este mes os quiero proponer uno de mis últimos descubrimientos: IQ Link de Smart Games.
Este juego de tamaño bolsillo nos permite desarrollar la orientación espacial de niños y mayores. Consiste básicamente en colocar las piezas en un pequeño tablero con hendiduras según un modelo dado y una determinada posición para, después, con las piezas sobrantes, intentar localizar sin ayuda, su posición correcta. Es como un puzzle «moderno» con piezas de colores llamativos y todo ello en un formato que permite su portabilidad a cualquier sitio ideal para llevar en el bolso y que los peques jueguen en la sala de espera del médico.
Además de su capacidad para divertir, promueve la concentración y atención, así como la lógica necesaria para discurrir cuál es la posición correcta de las piezas según el reto que hayamos elegido entre los 120 propuestos que van de menor a mayor dificultad.
A pesar de que el fabricante recomienda el juego a partir de los 8 años, esto es orientativo (mi hijo con casi 6, realiza los primeros modelos propuestos sin ayuda) y el hecho de que haya retos de diversas dificultades, asegura su uso durante mucho tiempo por parte de un mismo niño, así como la posibilidad de compartir el juego entre varios peques de diferentes edades.
Si pensáis que su precio seguro es alto, nada más lejos de la realidad; ronda los 13€ en la web de amazon.es lo que lo hace asequible a todo tipo de bolsillos. También lo tenéis en tienda física en el Media Markt por 12,50 €.
- Otro juego que deseo proponer es uno fabricado por vosotros mismos para niños de edades comprendidas entre los 3 y los 7 años. Su finalidad es la familiarización con las letras tanto mayúsculas como minúsculas.
Mi propuesta consiste en comprar palos como los que utiliza el pediatra para ver las gargantas de nuestros peques que podéis adquirir perfectamente en bazares a bajo coste.
Juntando dos palitos trazaremos con boli las letras en mayúscula arriba y minúscula debajo, de tal forma que el medio de la letra sea la junta entre los dos palos pegados.
Por la parte de atrás de cada palo podéis colocar números iguales en cada uno de los dos palos que componen una misma letra para que, ya con edades de 5 a 7 años, el niño o niña pueda autocorregirse al realizar el ejercicio.
Lo ideal sería acompañar al pequeño en la realización de esta actividad y verbalizar la letra que “construyen” pero mediante el sonido: la P no es la “PE” sino la “ppppppp”; la S no es la “ESE” sino la “ssssss”. Así ayudaremos a crear conciencia fonológica, base de un exitoso proceso posterior de lectura.
Espero que las propuestas os hayan gustado. Estos juegos y otros podéis encontrarlos acompañados de vídeos en mi perfil de Instagram @play.funlearning »
Pues en breve María volverá a Little Vigo con más propuestas para los peques.