Hoy Cristina, psicóloga de Vigo CRC, vuelve a Little Vigo para hablarnos del Síndrome del Príncipe destronado, o lo que es lo mismo, cuando llegan los celos por la llegada de un nuevo hermanito 😉
Llega una estupenda noticia! Un nuevo miembro va a agrandar la familia, y eso implica sin lugar a dudas, la alegría de los abuelos, tíos, primos y el resto de seres queridos, ¿y el pequeño de la casa? Ese que va a dejar de ser el centro de todas las miradas, mimos y atenciones, ¿cómo puedo ayudarle a comprender lo maravillosa que es esta noticia?
No debe extrañarnos que ante el nacimiento de un bebé nuestro hijo pueda sentir celos, a partir de este momento va a tener que compartir aquello que era solo suyo, y esto no solo incluye juguetes y espacios, incluye algo mucho más importante, sus padres, sus adultos de referencia protección y atención.
Existen ciertos indicios o pistas que nos ayudarán a darnos cuenta de que los niños están empezando a sentir esos celos:
- Nuestro hijo vuelve a una etapa anterior, recuperando algunas conductas infantiles de llanto, rabietas, cambiando incluso el tono de voz por uno más infantil o propio de un bebé, o desarrollando algunos miedos con el fin de buscar la dependencia del adulto.
- Presenta cambios en sus intereses: apatía, pérdida del interés por juegos que antes disfrutaba…
- Expresa que percibe diferencias en el afecto que se le da a un hermano con respecto al otro. Algunos veces esas diferencias pueden estar fundadas y otras veces son el resultado de interpretaciones que el niño hace.
Cuando empecemos a percibir estos síntomas debemos tener en cuenta que puede que estemos ante lo que se conoce como síndrome del príncipe destronado, o lo que comúnmente llamamos celos entre hermanos. Es hora entonces de poner en práctica algunas pautas, la primera será especialmente importante si queremos prevenir que estos celos lleguen a darse:
- Anticiparse, antes de que llegue este nuevo miembro a la familia debemos explicarle a nuestro hijo que es lo que va a suceder. Explicarle como será todo el proceso del embarazo, los cuidados y las ayudas que van a necesitar su madre y su padre durante esos meses y lo valioso que será pasar esos meses juntos colaborando unos con otros, hacerle participe de los cambios que vayan sucediendo, las ecografías, los resultados favorables de las pruebas médicas… En los meses previos a que nazca su hermanito le iremos explicando las necesidades que tiene un bebé y el tiempo que requiere, hacerlo a través de fotos o dibujos facilitará su comprensión, mejor aún si se trata de fotos de cuando él era un bebé. Mientras lo hagamos le incluiremos como un cuidador más, plantearemos la atención al bebé como una actividad de la que va a participar y disfrutar toda la familia.
- Evita culpar a tu hijo cuando se comporte de forma inadecuada, evita frases como: ¡se que esto lo haces por llamar la atención!. Los niños no saben como gestionar sus emociones, todavía no poseen las estrategias necesarias para hacerlo, así que reaccionan de la forma que saben que ha funcionado en sus primeros años de vida y eso es: “Si me ocurre algo desagradable, captaré la atención de papá o mamá para que ellos me ayuden”. No tiene rabietas para fastidiarte, ni tampoco se comporta de forma inapropiada para avergonzarte.
- Busca tiempo para estar a solas con el hermano mayor, que no pierda esos momentos en los que antes hablabais de cómo le había ido el cole, o que cosas le preocupaban, ni tampoco los ratos de juego en familia.
- Aprovecha esas conversaciones a solas para que exprese como se siente con su nuevo hermano, escucharle de forma activa sin juzgar los celos que pueda manifestar.
- Muestra una actitud positiva y de refuerzo cada vez que cuide y se preocupe por su hermano pequeño. Agradécele toda ayuda y refléjale que eso es lo que hace uno cuando crece, ayudar a la familia.
- Trata de describir al bebé sin compararlo con su hermano mayor. Es fácil caer en discursos como “A su edad el mayor todavía no gateaba”; “la verdad es que estoy sorprendido porque está aprendiendo a hablar mucho más deprisa de tu”, además evitaremos estos mensajes aún cuando hablemos con otro adulto estando el niño presente, puede que nos parezca que está jugando pero los niños escuchan y comprenden mucho mejor de lo que solemos creer.
- Impedir que las llamadas de atención cumplan su función. Si le gritamos o le castigamos cuando trata de captar nuestra mirada le estamos demostrando que cumple su objetivo, aunque la consecuencia sea negativa le habremos hecho caso. En su lugar elogiaremos las conductas adecuadas para demostrarle como puede captar nuestra atención de una forma apropiada: “Me ha gustado mucho lo tranquilo que has estado hoy mientras esperábamos en el médico, te lo agradezco”.
Por otro lado es importante que entendamos que la llegada de un nuevo miembro a la familia es una fantástica oportunidad para que nuestro hijo adquiera autonomía y un rol más maduro y responsable en la familia, en ningún caso tiene que convertirse en un motivo de preocupación y los celos pueden ser parte de ese aprendizaje.
Cristina Rodríguez Castro
Psicóloga sanitaria y educativa
Gran Vía nº 2 2º Dcha.
www.psicologiavigocrc.com
Comments
Aida Lopez Ortiz
Por un momento pensé que aumentaba la familia de little Vigo. Seria una buena noticia..Bueno sea lo que sea. Felices fiestas.
Little Vigo
Jajaja! Felices Fiestas Aida!