Este mes Cristina, psicóloga de Vigo CRC, nos cuenta qué hacer para fomentar la autoestima en nuestros niños.
¿Conoces a alguna persona insegura? ¿Alguien que duda de su capacidad para enfrentarse a casi cualquier situación?
Seguramente sí, y si le preguntas probablemente te dirá que siempre ha sido así, que desde pequeño era algo miedoso o evitaba enfrentarse a ciertas situaciones, y es que la autoestima comienza a forjarse durante la infancia, y es fundamental que sea durante esta etapa en la que aprendemos a relacionarnos con el mundo, en la que empezamos a conocer nuestras capacidades y cuál es nuestro papel en el día a día.
La autoestima es por tanto el amor que uno se tiene a sí mismo, y es tan importante porque la carencia de la misma nos conduce a ser inseguros, miedosos, a tener dificultades para enfrentarnos a todo tipo de situaciones.
Las personas inseguras tienden a infravalorarse, rápidamente se juzgan y lo hacen de forma negativa “que tontería le he dicho…”; “no seré capaz…”,…
Hay ciertas cosas que, como padres, podemos hacer para fomentar la autoestima de nuestros hijos:
- Mostrar un amor incondicional: el cariño que yo tengo por mis hijos no puede depender de sus notas o de su comportamiento, puedo estar disgustado por cómo ha actuado pero no dejo de quererle por ello. Todos cometemos errores y más aún cuando estamos aprendiendo.
- Evitar la sobreprotección: muchas veces y con buena intención, tratamos de ayudarles en todo, “ya te lo abro yo, que tu te puedes hacer daño”; “yo te ato los cordones, no te preocupes”; “no irás a esa excursión porque podrías caerte y hacerte daño”; “¿Quieres ir a dormir a casa de Lucía? No me parece buena idea, aún tienes miedo por la noche cuando no estamos nosotros cerca”. Cuando hacemos esto les invitamos a creer que por sí solos no son capaces, que no confiamos en que puedan hacerlo e incluso que es mejor anticipar que va a pasar algo terrible y creérnoslo, que probar a hacer algo diferente y arriesgarnos a que simplemente sea divertido.
- Mostrar cariño físico y verbal: el afecto físico es absolutamente necesario para el ser humano, por eso no es suficiente con que de vez en cuando le digamos que le queremos, es también muy importante que se lo hagamos ver a través de caricias, abrazos, de cualquier muestra de cariño que implique contacto.
- Elogiarle: algunos métodos educativos mantienen la creencia de que elogiando a los niños les hacemos narcisistas o vanidosos, nada más lejos de la realidad. Lo único que debemos evitar es que los elogios partan de una comparación “eres el más listo de toda la clase”.
- Reconocer sus debilidades con naturalidad: es absurdo negar que habrá cosas en las que nuestro hijo no tendrá tanta habilidad, lo mejor que podemos hacer es aceptarlas con naturalidad y ayudarle a ver que esto nos ocurre a todos ya que las debilidades son un buen punto de partida desde el que mejorar y seguir creciendo.
- Darle opciones para que escoja: preguntarle su opinión sobre pequeñas decisiones del día a día “¿Te apetece más ir al parque o a la ludoteca?; “¿Prefieres ponerte el pantalón gris o el verde?”. Así le mostraremos que su opinión y criterio también son importantes.
- Poner límites: cuando le pones límites a tu hijo le estás mostrando que te preocupas por él, que quieres y confías en que algún día llegará a ser un adulto bien formado y preparado.
Indudablemente el crecimiento es una etapa compleja, cargada de buenos momentos y también de algunos baches, no os olvidéis de que cada bache es una oportunidad para aprender y que de los errores que más se aprende es de los que comete uno mismo. Dadle permiso a vuestros hijos para que cometan, al menos, algunos de esos errores.